lunes, 10 de marzo de 2014

Consejos para un workshop efectivo

La mayoría de los problemas que se afrontan hoy en día son lo suficientemente complejos como para requerir de al menos un grupo de personas para solucionarlo. En estos casos, lo primero es aunar una visión común del problema y, después, acordar la mejor solución entre todos. Sin embargo, esto no es tan fácil ya que no todos tienen la misma experiencia ni la misma motivación y, muchas veces, no todos tienen las mismas ganas de ceder ante la solución de otro. Entonces, lo mejor es hacer un workshop que reúna a todos los componentes y solucionar el problema de una manera efectiva.


Antes de empezar, puntualizar que aquí me refiero a workshop como los talleres enfocados a la solución de problemas y no a otros tipos que tienen como objetivo la divulgación de tecnología o similares. 

En esta entrada, quiero recapitular mi experiencia y algunas lecturas sobre cómo promover la creatividad y la motivación de los integrantes para que la experiencia sea lo más efectiva y enriquecedora posible. Por supuesto, es imprescindible que todos los integrantes se sientan profundamente comprometidos con el proyecto y el problema.


Un workshop debe sirve para sentar a todos los implicados en el desarrollo de un proyecto en el mismo plano de forma que todos puedan participar en todas las áreas subyacentes. Pero es de vital importancia que exista un facilitador que ayude en el transcurso del evento y, además, la consideración de otros factores como:


  • Evitar una excesiva duración de un taller.
No todas las personas nos encontramos en el mismo estado anímico ni rendimos igual a todas las horas del día.


  • Promover la creatividad de todos los integrantes.
El facilitador debe implicarse en esta tarea ayudando a los participantes a que expresen su idea y a silenciar a los más dominantes.


  • Los participantes deben estar interesados en la materia.
Precisamente para aumentar la creatividad y la motivación de los trabajadores, cualquiera con interés en aportar ideas, podría participar en este tipo de talleres.


  • Los integrantes deben sentirse cómodos con el resto del grupo. Y todos deberían esforzarse por entender a los demás.
No todos tenemos facilidad de expresión ni nos hacemos entender de la misma manera. Por lo tanto, es de vital importancia que todos nos esforzamos en entender los argumentos e ideas del resto y, en caso contrario, el facilitador debería de promoverlo y controlar el transcurso de las conversaciones.


  • Proponer actividades
1.- Cada participante debe proponer una o varias ideas en todas las áreas de acción del problema.
2.- Puntúa las ideas y defiende la que menos te guste. Esta actividad ayudará a comprender la visión de los demás y evitar enrocamientos de algún integrante.
3.- Dividir en pequeños equipos, dar roles a cada uno (dependiendo del problema en sí) y, durante un tiempo, que discutan cómo solucionarlo. Transcurrido un tiempo, todos los equipos deberían comentar sus logros.


  • Proponer actividades para desconectar
1.- Construir anagramas entre equipos promoviendo una competición sana.
2.- Comer juntos y hablar de otras cosas que no tengan que ver con el problema.


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